La Secretaría de Salud se suma a la conmemoración del Día Nacional del Glaucoma

La Secretaría de Salud se suma a la conmemoración del Día Nacional del Glaucoma

La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro, se suma a la conmemoración del Día Nacional del Glaucoma, efeméride establecida por el Congreso de la Unión en 2019 el primer sábado de junio. Esta fecha tiene como objetivo sensibilizar a la población sobre la importancia de adoptar medidas para prevenir esta enfermedad visual. El glaucoma es una enfermedad que daña

La Secretaría de Salud (SESA) del estado de Querétaro, se suma a la conmemoración del Día Nacional del Glaucoma, efeméride establecida por el Congreso de la Unión en 2019 el primer sábado de junio. Esta fecha tiene como objetivo sensibilizar a la población sobre la importancia de adoptar medidas para prevenir esta enfermedad visual.

El glaucoma es una enfermedad que daña el nervio óptico del ojo. De forma general se produce cuando se acumula fluido en la parte delantera del ojo y aumenta la presión en este, dañando así el nervio óptico. El nervio óptico es responsable de transmitir las imágenes del ojo al cerebro.

Cuando la presión intraocular se eleva, afecta de manera lenta y progresiva las fibras nerviosas de este nervio, provocando un daño irreversible. La pérdida de visión depende del grado de afectación del nervio óptico: mientras mayor sea la destrucción, mayor será la pérdida visual.

Existen unos parámetros bajo los que hay más posibilidades de padecer glaucoma, como son los antecedentes familiares, la diabetes, el tabaco, la miopía y la hipermetropía, el tratamiento prolongado con corticoides, o la exposición al sol, y por supuesto, la edad.

Muchos tipos de glaucoma no presentan signos de advertencia. El efecto es tan gradual que es posible que no se note un cambio en la vista hasta que la afección se encuentre en una etapa avanzada. Por tanto, si no es tratado o controlado en las primeras fases, puede ocasionar una pérdida de la visión periférica y conducir a la ceguera.

Es fundamental que las personas a partir de los 40 años se realicen revisiones oftalmológicas periódicas que incluyan la medición de la presión intraocular, con una frecuencia de cada dos a cuatro años. En el caso de los adultos mayores de 60 años, estas revisiones deben realizarse cada uno o dos años. Las personas con factores de riesgo deben iniciar este control anual desde los 35 años. Para mayor información, se invita a la población a acudir a su Centro de Salud.

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